viernes, 23 de septiembre de 2011

Favstar.fm y la madre que lo parió.

Bueno, este es un tema peliagudo a tratar:
Favstar. 
Las estrellitas. Los retuits. Las copas. El ego.

Tuiter es un sitio para pasarlo bien y compartir cosas interesantes, siempre lo digo. Todos queremos compartir reflexiones, cosas que nos han ocurrido, etc.
Pero admitámoslo, no todo el mundo sirve para esto.
No es tan fácil escribir cosas geniales o divertidas. Cosas que interesen a la gente.

Cuando empiezas en Tuiter no sabes que existe favstar. Quizás hagas algún Rt o un Fav, pero sin saber muy bien porqué. Hasta que alguien te lo descubre. Y es cuando te pica.
Ves a todo el mundo con sus estrellas, con sus Rts y su número de followers que sube poco a poco. Y empiezas a querer tu también ser parte de ese selecto club, en el que todo el mundo es simpático y querido.

Y volvemos a lo de siempre: Tuiter es un colegio.
Y los tuitstar son los malotes.
Pero claro, ¿a quién no le gustaba estar en la panda de los malotes en el colegio? Aunque bien es verdad, dentro de los malotes siempre había alguien majo.
Si eres un buen tuitero, los Rts y los Favs empezarán a llegar. Y aquí es donde surgirá la lucha con tu ego. Y elegirás entre dos caminos:


1.Empezarás a endiosarte.
Sólo querrás ver como suben las estrellitas y los Rts. Y al cabo de un tiempo llegarán las copas. Y ya vivirás sólo pendiente de tu favstar. Abrasarás a tus followers con el Bot . Al principio de 5. Luego de 20, 50, 100, etc. A veces, incluso recordarás a tus followers un tuit que escribiste cuando estabas inspirado por la noche y lo mandaste a una hora que no había nadie leyéndote.
"Como este tuit lo puse muy tarde, os lo vuelvo a poner ahora" y un link a dicho tuit.
Dejarás de contestar a los replies que al principio te hacían gracia. Empezarás a bromear con otros como tú sobre los "pobres seguidores" o "mongos" o sus "mongoreplies". Esos que luego te darán las estrellitas. Cierto es que muchas veces, ciertos replies te hacen plantearte si el que escribe es un ser humano o es un primate y lo que quieres hacer es bloquearle. Pero ni una cosa ni la otra.

Cuando has llegado a este punto de endiosado, eres un perdedor.

2.Seguirás igual que siempre.
Mirarás tu favstar como todos, pero sólo por ver si a la gente le gusta lo que escribes. No nos engañemos. A todo el mundo le gusta ver recompensado su trabajo. ¿O acaso cuando le dan un Oscar a alguien os parece mal? Porque como decía antes, escribir cosas interesantes o divertidas no es tarea fácil. Necesita su tiempo, ingenio e ironía.
Un escritor vende libros, un cantante vende descargas de su música, un director de cine recibe premios y un tuitero recibe su reconocimiento con las estrellitas. Y el que diga que no le importan los followers y las estrellas miente. Si nadie te siguiera, estarías hablando tú solito con un ordenador. Lo de "no me interesan los followers" es mentira.

Ahora es cuando diréis: ¿En tus tuits dices que no te importan los followers y ahora vienes con esto? ¿Doble moral? Pues no.
La diferencia entre vosotros y yo es que yo he venido a juzgaros. Si no tuviera followers me daría igual. Seguiría juzgando a la gente. Porque yo he venido aquí a esto y nada más. Ya tengo mi otra cuenta donde escribo chistes malos, lloro por mis followers perdidos y sigo los hastags de la gente.

Volviendo a lo de la tuitstar campechana:
Tendrás montones de followers, estrellas y reconocimiento. Mirarás tu favstar y disfrutarás con las estrellas, pero no cambiarás. Contestarás a los replies que merezcan la pena y no abrasarás a todo el mundo con tus malditos bots. Ni harás pandillita con otras tuitstars para hinchar aún más tu ego.
Un ejemplo claro de un tuitero así es @AlberZeal.
Y ahora es cuando algunos personajes cuyos nombre obviaré, dirán: ya está chupándole la polla a una tuitstar (sic). No. Estoy reconociendo el trabajo, el buen hacer y la creatividad de una persona.

Favstar, un arma de doble filo.

No nos quejemos tanto. Que todo el mundo pone estrellitas a sus amigos. Y a todo el mundo le gusta reconocer cuándo algo le ha gustado y lo premia de esa manera. Una sonrisa equivale a una estrellita. El tema está en cómo gestionar todas esas estrellas y no volverte tonto por el camino.
Pero tranquilo, que si te vuelves tonto, ya estoy yo aquí para bajarte los humos.

Y para terminar, los que dan estrellas a cambio de estrellas. Si me faveas te faveo, aunque sea una mierda de tuit. Tiramos el criterio a la basura con tal de recibir una estrella de nuestro amigo.

Pues bueno, para esos, aquí tenéis otra estrellita.

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