lunes, 19 de septiembre de 2011

Mi visión de Tuiter.

Tuiter es como un colegio. Cuando llegas, al principio estás desorientado.

No sabes cuál es tu clase.
El primer día de colegio no sabes a qué grupo acercarte. ¿A los empollones? ¿A los malotes? ¿A los deportistas? Al principio no sabes a quién seguir. Y empiezas a seguir a gente famosa que sólo por el hecho de serlo, te va a ofrecer cosas interesantes que leer.
Y ese será tu primer error.
Pero con el tiempo irás aprendiendo. Y limpiando tu TL. Y al final encontrarás tu clase.

No conoces a nadie.
Cuando bajas al recreo, todos están como tú. Es su primer día. Todos se miran, pero nadie habla.
Excepto los veteranos. Los que lo saben todo. Las Tuitstars. Y se reirán de ti. Y te quitarán la merienda. Pero eso lo veremos más adelante.
Al principio, tendrás que probar, como hacías en el patio del colegio. Un replie que tendrá contestación..o no. Quizás conozcas gente, quizás hagas amigos, quizás no. A menos que no seas el rarito de la clase, no tendrás problemas en interactuar con otros tuiteros.

No sabes que decir.
Ya tengo mi nombre, avatar y Bio. ¿Y ahora que digo?
Lo primero que te recomiendo es que leas. Que leas a mucha gente. Y vayas pillando de qué va todo esto. Y al final encontrarás qué es lo que quieres contar al mundo.
Puedes hacerte un perfil muy definido y con una personalidad en concreto, como por ejemplo @casiotones y @masaenfurecida.
Aunque lo importante es que seas tú mismo. Y cuentes cosas interesantes. Habla de lo que te gusta, de lo que odias, de lo que te ha pasado en el día, de un momento en concreto, reflexiones que te pasan por la cabeza, etc.
Pero hazlo con gracia. “Hoy toca siesta” no hace gracia.  “Voy a ver si me da un ictus y me despierto en un mar de babas” tiene algo más.
Existen millones de formas de comunicarte con tus amigos para quedar o charlar. Wassap, MSM, Videollamada, Messenger, Skype, Teléfono, Telefonillo, Fax..
Tuiter no es para eso. Al menos no en mi juzgado. Contesta tus replies, comenta Tuits, lo que quieras. Pero “me voy a la ducha” no es una cosa interesante para contar. Y menos para ser leída por otro tuitero.
Si no tienes nada interesante que tuitear, no lo hagas. No rompas el silencio si no es para mejorarlo, ya lo decía el refrán. En este juzgado no se te juzgará por tus 13.500 tuits escritos en dos meses. Si tienes 100 buenos, valdrán mucho más.

Los malotes del cole.
Y aquí nos encontramos con las TuitStars. Los malotes del cole. Los que se ríen de ti, te zurran y te quitan la merienda.
El problema es que muchos de ellos se olvidan de que cuando empezaron en Tuiter no tenían ni puta idea de cómo funcionaba esto. Igual que tú. Tampoco sabían cuál era su clase ni qué querían contar al mundo.
Llegará un momento, si eres bueno Tuiteando, en el que sólo te interesarán tus followers. Y eso no es bueno. Nada bueno.
Cuando empiezas, mimas a tus primeros followers, les saludas cuando te siguen y dedicas un poco de tiempo a leer su TL.
Ahora que tienes más de 1000 followers, ya no te interesa nada. Sólo quieres ver las estrellitas en tu Favstar y comentarlo con tus amigos de más de 1000 followers. A veces, hasta los despreciarás. Y esos replies que al principio te gustaba contestar y que te daban vidilla, pasarán a ser Mongoreplies. Y todo el mundo estará por debajo de ti.
Es en ese momento cuando yo te juzgaré.

Y te condenaré.

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